Sánguches Miguel





Sánguches Miguel… no hay como él.

Miguel es la tercera sanguchería que fuimos a visitar. Se encuentra entre la Av. Mariscal Oscar R Benavides y la Calle Juan Figari... si no sabes dónde queda... dale click aquí  y existe hace unos 20 años. 


Esta sanguchería se caracteriza por tener una atención bastante fugaz, ya que te toman el pedido ( tienes que decirlo lo más rápido posible) y al segundo te están trayendo el sánguche más contundente del planeta. Básicamente, venden sánguches, salchipapas y jugos.  Los precios son bastante accesibles, entonces cualquiera puede consumirlos. Vayan a probarlos!!!










1. Análisis ambiental 

    Responsable  Alexa Costa Lima










2. Análisis de personajes 

   Responsable Jefferson Marino



En la Sanguchería Miguel el público que llena el local es joven, pues un señor con terno o una mesa llena de abuelos tomando un café a las 6pm es algo casi extraño, ya que prevalece los jóvenes que son aproximadamente entre los 20 y 30 años, mayormente se les ve en grupo y muy pocos emparejados.



Khael comprate su ron
Sábado, fue el día elegido para ir a observar el comportamiento y a ver como se da la comunicación en este lugar. A las 8 de la noche aproximadamente la gente que comenzaba a llegar, algunos buscaban un sánguche para ir a la juerga y resistir al alcohol o el que se adelantó a tomar desde horas tempranas y ya necesitaba de la famosa “bajona”, es así como empiezo con un personaje peculiar, el ebrio, él estaba acompañado por tres amigos en una mesa, una mujer y dos hombres, ellos fiel a seguir tomando llevan al local, al causante de que su amigo esté así, el ron.  Lleva un saco que lo hace ver algo formal, pero fiel al estilo casual: su jeans y converse. Él era el que tenía el rol de líder, pues hacia chacota y por el estado etílico en el que se encontraba decía cualquier cosa que a los demás les daba gracia y dejaban que sea él quien lleve la conversación.

Gringo con Brichera 2 empujandose un sanguche



Chino chineando
Por otro lado, el local, por estar ubicado en el corazón de Miraflores, llegan muchos turistas que  no se escapan de probar el rico sanguche, es así que observé llegar a dos gringos acompañados por amigos peruanos. Para ellos no es problema el clima, pues se dejan ver con un simple polo sin necesidad de alguna casaca y pendientes de probar el sanguche. Uno de ellos estaba acompañado de una chica que aparentemente tiene rasgos peruanos y es ella quien lleva la conversación pues él no entiende mucho el español, es así que el poder lo tiene la chica.



El sánguche los volvió loco
Sin embargo, hubo una persona en particular que llamó mi atención, pues tenía un inusual bigote, parecido a Hitler, aparte de ser delgado se notaba que estaba sedado por el alcohol u otra sustancia alucinógena, pero eso sí, disfrutaba su sanguchón como ningún otro que estaba sentado allí, estaba vestido con una simple casaca negra (sin polo), gorro y jeans.

Los suertudos en encontrar una mesa, tienen que esperar a que llegue el mozo que hace el pedido. Aquí se ve un real poder que posee el cliente, pues el mozo tiene que ser rápido en hacer el pedido y en traer lo solicitado, ya que los clientes tienen una ligera autoridad (jerarquía). Esto puede cambiar, si el público está muy apurado y no tiene mucha paciencia para esperar a que el mozo traiga el pedido, hay un sector donde se le puede denominar autoservicio, es así que uno mismo puede pagar primero el sanguche que quiere y esperar en una vitrina lo pedido. Aquí no hay jerarquías simplemente roles, el más astuto tiene su sanguche primero. 


3. Análisis de interacciones


Responsable Alexa Costa Lima








Como buenos chineros, también tenemos que parar la oreja.




 Así que, cuando fuimos a "Sánguches Miguel... no hay como él" encontramos a diversas personas, la mayoría eran jóvenes y algunos adultos.  No encontramos familias como en los otros lugares que fuimos. Creo que eso lo hacía diferente, entretenido y divertido.

El número de personas que había por mesa era diferente.  En algunas mesas había gente que estaba sentada en parejas, otros con amigos y, muy pocos, con familiares.   Cada grupo de comensales, es decir, gente mayor y menor, prefieren tener su propio espacio. El fin de este deseo es poder sentirse de cómodo de hacer lo que  se desea.

Hitler/ Rockero / Rapero / Locazo
Los temas de conversación eran muchos, algunoS de ellos era acerca de amoríos, de chismes, de planes y problemas familiares, problemas de trabajo y de la universidad, política y economía (para los que quieren tirar finta), historias de juergas y de qué van a hacer después de comer.  

Si nos enfocamos en cómo se daba la comunicación grupal, encontramos algunos conceptos que podemos relacionar con las interacciones que se dieron en Miguel. Vimos cómo se iniciaban algunas conversaciones. Desde luego, habían elementos pre-existentes (factores de input) en el encuentro de estos grupos, como la historia que existe entre ellos y las expectativas que traen antes de llegar al local.  Esto no lo podemos ver o saber, pero estamos seguros de que pasa eso.   Lo que sí vimos fue la interacción que surgía en los grupos que llegaban. Los roles eran evidentes. Desde que cruzaban la entrada del restaurante, ya se establecían. El personaje que era el más extrovertido hacía notar su presencia con su alto tono de voz, con sus gestos y movimientos corporales sueltos y fuertes y con el tipo de contacto físico que tenía con las demás personas de su grupo. En otro tipo de restaurantes, esto no se ve. El local te daba la posibilidad de mostrar todos tus colores. Creo que esto se da cuando haces un scanneo al ambiente que incluye la gente. A partir de ese momento seleccionamos uno de nuestras personalidades o comportamientos que sean los más adecuados al ambiente.

Khael
Un ejemplo de esto era una mesa de 4 chicos. >   Este grupo rompió las reglas de comportamiento en el establecimiento y decidieron tomarse un roncito en medio del lugar. Uno de ellos, que nos brindó su nombre porque estaba en estado etílico, estableció los roles ya que él era el que lideraba el grupo.  Las demás personas en esa mesa solo escuchaban sus chistes y sus locuras, aportando de vez en cuando al casi monólogo etílico de Khael. Así nos hacemos las preguntas, ¿cómo es que este chico decidió llevar un botella de ron a la sanguchería?. ¿A quién vio hacer este mismo acto?¿Será que fue su familia, amgios o derrepente los medios de comunicación en alguna serie? Yo creo que es una mezcla en entre las dos últimas opciones.  Buena parte de nuestra manera de ser es adquirida por diversas fuentes. 
También, en otra mesa estaba un turista americano (surge comunicación intercultural), una señora peruana y su hijo. Ahí también se desarrollaron roles, puesto que  la mujer, por ser la que conocía la zona, le describía el lugar y la situación en la que se encontraban, mientras que el turista escuchaba y degustaba el rico sánguche.  Es usual ver interacciones en restaurante entre turistas y peruanos. Las personas contribuyen bastante en enfatizar la marca-país en el aspecto culinario. Todos nosotros siempre decimos que la comida peruana es la mejor y que por eso todos deben de probarla.  Decimos eso, una vez más, porque lo hemos visto o escuchado en algún lado y también por experiencia propia. Los medios de comunicación, nacional e internacionalmente, siempre hablan de la comida peruana y cómo ésta es un suceso en todos lados. ¿Será que a los gringos también les gusta la sazón peruana?

Brichera número dos?
A partir de estos diversos contactos (como factores de output), sin duda se logró una cohesión entre los diversos personajes que participaban en la comunicación. Y probablemente, la satisfacción o logro de la mujer (brichera) con el turista será irse del país. Las relaciones que se originaban eran en su mayoría de amistad, otros por aventuras o amoríos y otras por pura conveniencia. Finalmente, la comunicación de casi toda la sanguchería era coloquial, escandalosa y desordenada, no era para menos si el lugar era prácticamente lo mismo. Una vez más, creo que el ambiente de la sanguchería permite que se practiquen todo este tipo de fines. Es un lugar dónde la interacción simplemente no tiene limitaciones.